Cuando se llega al punto crítico de no tener dinero para pagar deudas, es muy común entrar en pánico y pensar en todas las consecuencias negativas. Además del problema económico, hay otros impactos en nuestras finanzas personales de los cuales debemos estar conscientes y buscar las soluciones inmediatas.
Hay que dejarlo claro desde el principio. No pagar un préstamo personal es un tema delicado. Se compromete gran parte del sueldo que ganamos y se descuidan otros aspectos como alimentación, vivienda, educación, salud, por mencionar los más comunes.
Este texto no es para alarmarte, ya que cualquier persona puede caer en un bache y quedarse sin recursos suficientes para pagar una deuda. Así, trataremos de explicarte de la mano de nuestros expertos las afectaciones que puedes tener en tu vida diaria en caso de dejar de pagar un préstamo personal y las soluciones a aplicar para resolverlo.
La respuesta sencilla es sí. El banco, o mejor conocido como acreedor, puede tomar la decisión de embargarte para recuperar el dinero que le debes. Pero en la realidad esto ocurre en pocas ocasiones.
En primer lugar, la entidad que te prestó el dinero intentará negociar contigo para que te pongas al corriente en tus pagos, incluso, se valdrá de despachos de cobranza para buscar de todas las formas posibles que saldes tu deuda.
En caso de que no obtenga una respuesta favorable, el banco puede demandarte y después de un juicio obtener la resolución de un juez para quedarse con tus bienes.
Sin embargo, debido a que se trata de un procedimiento largo y costoso, los bancos en la mayoría de los casos optan por no demandar a los clientes que les dejaron de pagar préstamos personales. Aquí puedes leer más sobre los mitos y realidades del embargo.
¡Pero mucho cuidado! que un embargo en tu contra sea una posibilidad remota no quiere decir que no pagues tus préstamos personales. Los efectos negativos son muy fuertes, ya que tu historial en el Buró de Crédito quedará con una marca negativa y será muy difícil que otro banco quiera prestarte dinero. Y qué decir de la acumulación de intereses y penalidades sobre tu deuda que cada día la harán más difícil de saldar.
Una de las prácticas más comunes y que es totalmente legal es la mediación a través de los despachos de cobranza. De acuerdo con la Condusef se trata de entidades que actúan en nombre de instituciones financieras para gestionar el pago de deudas, tal es el caso de los préstamos personales.
Así, su labor incluye el contacto directo con los deudores para solicitar el pago de la deuda de manera extrajudicial. Además, también pueden negociar y reestructurar los créditos, préstamos o financiamientos otorgados por las instituciones financieras a sus clientes.
Desafortunadamente, algunos despachos de cobranza utilizan malas prácticas como amenazar de embargo o incluso con la cárcel a un deudor. Dichos comportamientos están totalmente prohibidos ya que su trabajo es mediar entre el banco y el deudor con el fin de obtener una solución para el pago de la deuda.
En nuestro blog puedes encontrar más detalles sobre lo que sí se vale y lo que no al momento de que un despacho de cobranza se pone en contacto contigo para invitarte a ponerte al corriente con una deuda.
Hay varias medidas que puedes tomar para evitar un embargo:
Si estás teniendo dificultades para pagar una deuda, es importante comunicarte con el banco lo antes posible. En muchas ocasiones están dispuestos a trabajar contigo para encontrar soluciones alternativas, como planes de pago modificados o programas de consolidación de deudas.
Intenta negociar un acuerdo de pago que sea realista y accesible para ti. Esto podría implicar pagos mensuales reducidos, una tasa de interés más baja o incluso la condonación parcial de la deuda.
Considera buscar asesoramiento financiero de un profesional. Pueden ayudarte a evaluar tus opciones y a establecer un plan para abordar tus deudas de manera efectiva.
Para salir de deudas, es fundamental actuar de forma inmediata y elaborar un plan financiero sólido. Se deben priorizar las deudas, identificando aquellas más urgentes y aquellas con tasas de interés más altas para concentrar los esfuerzos en pagarlas primero.
Además, es recomendable crear un presupuesto detallado para llevar un registro de los ingresos y gastos, lo que permite identificar áreas donde se pueden reducir los gastos y destinar más dinero al pago de deudas.
Si después de todo consideras que no puedes hacerlo solo, mantén la calma y apóyate en los profesionales. En Bravo contamos con un equipo de expertos que analizarán tu situación y diseñarán un plan de ahorro y pagos para que, con disciplina y paciencia salgas de tu problema con las deudas.
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