Cuando enfrentamos problemas financieros, lo que más nos preocupa y nos estresa es la posibilidad de que nuestros bienes sean embargados. Con frecuencia recibimos llamadas y mensajes de “cobradores” que nos exigen pagar de forma inmediata o de lo contrario, podríamos perder nuestro patrimonio.
Dichas llamadas son realizadas por los despachos de cobranza, empresas especializadas en la recuperación de deudas que los bancos han dejado de cobrar directamente.
En ese sentido, ¿los despachos de cobranza tienen realmente el poder de embargar nuestros bienes? La respuesta corta es no, pero vale la pena entender el proceso y nuestros derechos.
Te invitamos a conocer más sobre éste y otros temas para el buen manejo de tus finanzas personales en nuestro blog de Bravo México, para que nadie te sorprenda y sepas cómo actuar ante un problema de deudas.
De acuerdo con la Condusef, un despacho de cobranza es una empresa que se encarga de recuperar deudas en nombre de instituciones financieras, empresas o incluso personas físicas que no han recibido el pago de lo que se les debe.
Estas empresas actúan como intermediarios entre el acreedor, como un banco, y el deudor, utilizando diferentes estrategias de comunicación para cobrar los adeudos. Sin embargo, es fundamental comprender que estos despachos no tienen autoridad legal para tomar acciones más allá de lo permitido por la ley.
Así, los despachos de cobranza pueden utilizar diversas formas de comunicación para recordarte que tienes una deuda pendiente. Entre los medios más comunes están:
Llamadas telefónicas: Este es el método más habitual. Pueden contactarte tanto a tu teléfono personal como al del trabajo.
Correos electrónicos: También pueden enviarte mensajes a tu dirección de correo para recordarte tus obligaciones financieras.
Cartas físicas: Aunque menos frecuente en la era digital, las cartas por correo postal siguen siendo utilizadas.
Mensajes de texto (SMS): En ocasiones, recibirás mensajes cortos con recordatorios sobre tus deudas.
Si bien estas comunicaciones son legales, deben realizarse bajo ciertas condiciones. Los despachos de cobranza no pueden acosarte, mentirte ni amenazarte con acciones que no están en su poder realizar.
Llamarte o enviarte mensajes: Para recordarte que tienes una deuda pendiente.
Ofrecerte opciones de pago: Con el fin de facilitarte el proceso de liquidación de la deuda.
Informarte sobre las consecuencias de no pagar: Pueden advertirte sobre los intereses que continúan generándose, las comisiones que se aplicarán y la posibilidad de que la deuda sea llevada a instancias judiciales.
Amenazarte con embargos o acciones judiciales sin que exista una orden de un juez.
Acosarte o intimidarte a ti o a tus familiares, ya sea por teléfono, en persona o por cualquier otro medio.
Hacer visitas a tu domicilio sin autorización o comportarse de manera violenta o irrespetuosa.
Mentir sobre la deuda o sobre las posibles consecuencias de no pagar.
Falsificar documentos o hacerte creer que eres responsable de una deuda que no contrajiste.
Debes saber que ningún despacho de cobranza puede embargarte directamente. El embargo es un procedimiento legal que solo puede ser ejecutado tras una orden de un juez. Es decir, para que un embargo sea legalmente válido, el acreedor debe presentar una demanda en tu contra, ganar el caso, y posteriormente el juez puede ordenar el embargo de tus bienes como parte del cumplimiento del fallo judicial.
Si recibes llamadas o mensajes de cobranza que te hacen sentir incómodo, puedes tomar las siguientes medidas:
Solicitar formalmente que cesen los contactos: Puedes pedir que el despacho de cobranza deje de contactarte. Es recomendable hacerlo por escrito para que quede constancia de tu solicitud.
Registrar las llamadas y mensajes recibidos: Llevar un registro detallado de las veces que el despacho te ha contactado, la naturaleza de las llamadas y cualquier comportamiento indebido que hayan mostrado puede servirte como prueba si decides presentar una queja.
Reportar el comportamiento abusivo: Puedes denunciar a la empresa de cobranza ante la Condusef a través del Registro de Despachos de Cobranza (REDECO), una plataforma que te permite conocer y reportar las malas prácticas de estos despachos.
Mantener una buena organización de tus finanzas y pedir ayuda de expertos en el manejo de deudas puede evitar que la situación se agrave. En lugar de esperar a que el problema crezca, lo ideal es tomar medidas preventivas y, si es necesario, buscar asesoría profesional para diseñar un plan que te permita retomar el control de tus finanzas.
Si la situación de tus deudas se vuelve difícil de manejar, buscar ayuda profesional puede marcar una gran diferencia. En Bravo México, ofrecemos el apoyo de expertos que analizarán tu caso y trabajarán contigo para crear un plan de liquidación adaptado a tus necesidades. Nuestros especialistas también pueden negociar directamente con tu banco, logrando posibles reducciones de hasta el 70% en el saldo de tu deuda. Así, te ayudamos a encaminarte hacia una recuperación financiera más rápida y efectiva, brindándote las herramientas necesarias para retomar el control de tus finanzas.
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