Las finanzas personales son tan importantes que incluso están mencionadas incluso en los libros religiosos. ¿Por qué? Resulta que algunas oraciones o versos de meditación estan basados en salmos o lecturas bíblicas porque te permiten enfocarte en la solución de un problema.

Pedir prestado o deberle dinero a alguien es parte de nuestro cotidiano. Existen instituciones financieras y judiciales que permiten regular los acuerdos entre particulares que implican otorgar crédito y saldarlo, pero también un poco de ayuda espiritual puede resultar de utilidad para calmar nuestros nervios. ¿A qué nos referimos?

Leer los salmos de la Biblia repetidas veces, como si fueran oraciones o mantras, le permiten a nuestro cerebro entrar a un estado de concentración que es saludable para nuestro estado de ánimo y eso siempre nos permitiría pensar con mayor claridad.

En la religión católica, puede consultarse las referencias recomendadas por El Vaticano. Muchas de las oraciones estarán vinculadas a reflexionar sobre la libertad que tenemos los seres humanos para actuar bien o mal.

La religión y la espiritualidad están vinculadas con la autorregulación moral y la práctica cotidiana de los valores. Al final, las obligaciones y responsabilidades financieras también entran en ese rubro.

Santo de la cobranza

A veces, necesitamos que nos paguen una deuda, porque prestamos dinero, pero ahora el moroso se hace el desentendido y no paga. En estos casos, hay quienes incluso recomiendan que la petición religiosa sea para que le vaya bien a nuestro deudos y éste nos pueda pagar.

Sin embargo, cuando esa persona sí tiene los recursos económicos para pagar y no lo hace, entonces estamos hablando de un tema de falta de voluntad.

Rezar, primero, nos permite tranquilizarnos para tener la serenidad para llamarle a la persona que debe dinero y pedirle que pague en un plazo determinado.

Segundo, dado que la oración nos permite enfocarnos en cómo solucionar el problema, podrás identificar con mayor claridad que cumplir con nuestros compromisos es un tema de justicia y saber que en caso de que no te paguen, puedes proceder legalmente.

En ese sentido, podrías echar mano de las oraciones a San Miguel Arcángel que en su iconografía aparece con una espada y una balanza, porque precisamente está vinculado con la justicia divina.

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.

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Oración para poder pagar

Si eres tú el deudor que no puede pagar, entonces también te hará bien echar mano de alguna oración para que puedas identificar posibles alternativas.

Existen santos específicos a los cuales las personas les atribuyen su intercesión para salir de deudas o para pedir que se resuelva una situación económica complicada.

Normalmente son aquellos que también se invocan para resolver problemas complicados como San Judas Tadeo que conocido como “el abogado de las causas desesperadas” y su oración menciona:

Recurro a tu bondad infinita para que intercedas por mí en esta necesidad que hoy me apremia. Tengo infinidad de deudas que me tienen agobiado y necesito salir urgentemente de éstas antes de que puedan embargarme.

Cuando te equivocaste en el manejo del dinero y, a su vez, te urge que alguien más te pague porque si no tú dejaras de pagar la tarjeta de crédito o incluso ya estás en una situación de impago, entonces necesitas dar un paso a tras y reflexionar qué estás haciendo mal.

Reflexionar en qué salió mal en tu planeación financiera, si es que la hiciste. Si no la hiciste, entonces ese es el principal problema: debes aprender a planificar tus ingresos y tus egresos. No es tan difícil.

Sin embargo, si no sabes cómo planificar y necesitas ayuda para salir de este atorón, puedes acudir con una empresa especializada en plataformas de reparación de deudas y de refinanciamiento.

Empresas como Bravo se han convertido en instituciones que proporcionan asesoría financiera a sus clientes. Son empresas que ofrecen servicios de negociación de deudas, diseñan planes de ahorro para saldar la mora en un tiempo que sea cómodo para el pagador y además de ofrecen herramientas de refinanciamiento, si es que has cumplido cabalmente con su programa por al menos 6 meses.

Aprender a ahorrar y cumplir con un compromiso financiero convierte a esos morosos en usuarios responsables de los productos crediticios, lo que favorece a los otorgantes de crédito.

Esto también beneficia a los deudores, porque rehabilitarse financieramiente y saber utilizar las herramientas crediticias les permite volver a solicitar servicios y productos de la banca. Los deudores rehabilitados incluso serán mejores pagadores y no volverán a caer en una situación de sobreendeudamiento o de impago.

Acércate a preguntar a las oficinas de Bravo sobre cómo funcionan y, seguramente, un asesor resolverá tus inquietudes. banner_blog_rtdco-1024x536.jpg

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