Si usted ya es moroso y está buscando alternativas para pagar compromisos financieros añejos no liquidados, antes de tomar decisiones precipitadas y solicitar nuevos créditos “urgentes” para cubrir los montos mínimos de un compromiso financiero previo, piense que esa decisión podría provocarle un problema mayor.
Resulta que es un error muy frecuente entre los deudores es pedir nuevos préstamos para pagar deudas que no han podido liquidar.
Es una equivocación porque no se resuelve el problema de fondo que implica tener un buen manejo de las finanzas personales para evitar caer en situación de insolvencia y por tanto de impago.
También podemos necesitar un préstamo urgente ante una emergencia familiar o ante una situación de desempleo. Sin embargo, antes de lanzarse a endeudarse nuevamente, lo mejor será tomar unos minutos para entender cómo funciona el sistema financiero.
Entender cómo operan los diversos instrumentos de financiamiento o crédito que existen en el mercado, permite tomar la mejor decisión sobre cuál es la opción que más le conviene.
Las alternativas para solicitar créditos dependen de los bienes o servicios que se van a adquirir con el financiamiento. Los más comunes son:
Bancos. La mejor opción será aquella con la tasa de interés más baja, pero que también no se exceda en el cobro de comisiones, dé plazos holgados para pagar sin condiciones que generen costos adicionales.
Crédito vía nómina. Los montos a financiar con este tipo de préstamo se calculan en función de la antigüedad en el trabajo y el sueldo. Este tipo de financiamiento permite liquidez inmediata, ya que el dinero se recibe en un plazo corto y los pagos se descuentan automáticamente, por lo que la posibilidad de retrasarse se reduce.
Crédito garantizado. Es un instrumento que permite iniciar o reparar tu historial crediticio. Funciona de forma segura para la institución que la emite, ya que primero debes hacer un depósito que será el que establezca tu línea de crédito. De hecho, es un producto diseñado para aquellas personas que apenas empiezan con su vida financiera dentro de las instituciones bancarias, pero también pueden funcionar para aquellas cuyo historial es negativo.
Préstamo avalado por terceros. Un aval es aquella persona que responderá por la deuda de otro. Esto significa que ante las autoridades aparecerá como corresponsable del compromiso financiero que alguien más no pueda cumplir. Esto significa que la firma del aval respalda con sus propiedades el crédito solicitado para otra persona, incluso corriendo el riesgo de que sean embargadas, en caso de que el moroso vuelva a incumplir con su compromiso.
Casas de empeño. Otorgan entre 40% y 60% del valor que tiene en el mercado el producto usado que se va a dejar en prenda. Como cualquier otro servicio disponible en el mercado, se puede consultar entre distintas casas cuál ofrece el mejor precio para empeñar. Dado que el objeto queda en resguardo de la casa, en tanto se salda el monto total del préstamo, habrá que considerar que existe una comisión por “conservación”. En cuanto a los intereses, éstos son más bajos de los que se generan en una entidad financiera tradicional. Además se calculan de acuerdo al monto prestado y al plazo determinado para pagarlo.
Préstamos virtuales. Algunas compañías ofrecen un monto pequeño a un plazo corto, quizá 15 días, ya que si eres asalariado, quizá solo debes esperar el día de pago para saldar el adeudo. La principal ventaja es la inmediatez y la rapidez para tener liquidez, esto significa que no tienes que trasladarte físicamente a ningún establecimiento. Sin embargo, habrá que ser extremadamente precavido para evitar caer en servicios fraudulentos que puedan provocarte un problema mayor.
Si el deudor busca rehabilitarse financieramente y necesita encontrar una solución definitiva a su problema de endeudamiento, quizá es mejor que acuda a una plataforma con soluciones de reparación de crédito y refinanciamiento.
Este tipo de empresas ofrecen a sus clientes la posibilidad de enderezar su camino financiero y dejar de poner en riesgo sus finanzas con préstamos que no necesitan y que no van a poder pagar.
Un plataforma con soluciones para un problema de endeudamiento te ofrecerá:
Ahorrar como una alternativa para cubrir tu adeudo original y te ofrecerá asesoría sobre cómo lograrlo.
Dará orientación inmediata sobre cómo manejar las llamadas de cobranza. Esas recomendaciones sobre cómo responder a los acreedores es muy útil para quienes ya no pueden dormir por el estrés que les genera no poder pagar su deuda.
Dan resultados en el corto plazo, pues el plan de ahorro que diseñan para el deudor permite la negociación con los acreedores en tiempos determinados. Si el moroso es disciplinado, logrará la liquidación del adeudo dentro del tiempo que se haya propuesto él mismo.
Se trata de instituciones que diseñan planes de ahorro a la medida de los ingresos de sus clientes y eso permite a los deudores hacer abonos regularmente hasta que logran liquidar completamente sus compromisos financieros.
Esto sumado a que aprender a hacer un buen manejo de nuestros gastos contribuye a rehabilitar a aquellos que quieren ser sujetos de crédito nuevamente.
Hay muchas alternativas para comenzar a generar ahorro de manera saludable. Un asesor te puede explicar los pros y los contras de adquirir un nuevo préstamo, pero también te explicará otras alternativas que quizá no habías visto y que pueden ayudarte a salir de deudas sin necesidad de adquirir un nuevo compromiso financiero.
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